Parece ser que, “por el bien superior del menor”, también van a aplicar una ley de educación donde los niños con capacidades especiales, no asistirán a colegios especializados para ese tipo de niños, sino que irán a los colegios donde van los niños que, afortunadamente, no necesitan unos cuidados especiales.
La señora Ceelaá y sus acólitos, defienden que esto no quiere decir que los niños con necesidades especiales vayan a ser abandonados a su suerte en colegios “ordinarios”, sino que a estos colegios se les va a dotar de herramientas para que sean tratados de la mejor manera “en igualdad”.
Vamos, que una persona que enferme de cáncer, ya no necesitará acudir a un oncólogo, sino que podrá acudir a recibir tratamiento del médico de cabecera, que va a ser dotado de herramientas para ocuparse de los pacientes con cáncer, esclerosis múltiple, rotura de fémur…